El abuso de los antibióticos es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la sanidad hoy en día
Según se refeire en una noticia de medicina recientemente publicada y en erlacion con notificacioens hechas en la comunidad catalana algo que nosotros venimos manifestando en diferenets foros desde hace años
El abuso de los antibióticos tiene como principal consecuencia la generación de resistencias y es una de las principales preocupaciones en todos los sistemas sanitarios. Ahora, el Instituto Catalán de la Salud (ICS) contará con una nueva herramienta informática en sus hospitales para intentar reducir el uso de estos antibióticos entre los pacientes ingresados. Se calcula que entre el 30 y el 40 por ciento de estos reciben algún tratamiento antibiótico durante su hospitalización.Una de las ventajas es que el trabajo de adecuación se hace extensivo también a la atención primaria. Entre las acciones instauradas se encuentra la adecuación del tratamiento en grandes síndromes infecciosos, como la neumonía: «Ahora, podemos decir que todos los centros del ICS disponen de una guía consensuada para gestionar de la misma manera esta patología». El grupo ya está trabajando para consensuar el tratamiento idóneo de las infecciones del tracto urinario. «Esta será una herramienta de gran utilidad para optimizar el uso de los antibióticos. Pero también es importante el papel del programa de expertos que hay detrás y en el que se reúne a los profesionales para consensuar estrategias de uso y de prescripción de estos fármacos», explica Miquel Pujol, jefe de sección en el Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital de Bellvitge, de Barcelona, y coordinador del programa de optimización de uso de los antibióticos (PROA).»Hasta hace poco, el análisis del consumo se hacía en cada hospital y eran estos los que se proponían un objetivo, pero la verdad es que había poca capacidad para reducir su uso». Ahora, los hospitales del ICS cuentan con inteligencia de negocio, que permite el seguimiento de todas las prescripciones que se realizan día a día, pudiendo dibujar al momento un mapa que indica los antibióticos que recibe cada paciente. «Esto nos permite analizar las características propias de cada centro para ver cuáles son sus conductas y desviaciones. Así pretendemos homogeneizar las actuaciones para que cada paciente reciba un tratamiento similar, independientemente del centro en el que esté», explica Pujol.Esta nueva herramienta genera unos informes que, además del mapa de uso de los antibióticos, analiza también los datos clínicos de cada paciente y del servicio de Microbiología para optimizar su uso. «Después, son los profesionales los que valoran estos informes para ver si es posible retirar o simplificar el espectro de los antibióticos de un paciente que lleve más de siete días recibiéndolos, por ejemplo. De esta forma, es posible adaptar los tratamientos de una manera mucho más rápida que antes».Así, se permite al paciente adecuar y ajustar su tratamiento al máximo mientras que, al mismo tiempo, se previene y se reduce el número de resistencias bacterianas, promoviendo además la sostenibilidad del gasto farmacológico. «Todas estas recomendaciones son hechas siempre según la evidencia científica y por expertos con un gran conocimiento sobre el uso de los antibióticos».